El Darling celebró el 3 de junio una jornada de homenajes, con el bautismo y rebautismo de cinco de sus canchas y de tres espacios emblemáticos del club. Pasamos una tarde muy cálida en afectos y plena de emociones.
Además, el periodista Eduardo Puppo ofreció su charla “one to one” sobre Guillermo Vilas, como biógrafo oficial, depositario del patrimonio deportivo e impulsor de la cruzada para que la ATP le reconozcan el número 1 al mejor tenista argentino de la historia.
Las canchas 8 y 4 fueron bautizadas como Gabriela Sabatini y Norma Baylon, mientras que la 7 y 10 volvieron a llevar los nombres de Guillermo Vilas y José Luis Clerc, respectivamente.
En tanto, la cancha 5 recuperó la denominación de Alberto Rey, dirigente y jugador destacado en los albores del Darling.
Los socios e invitados nos reunimos desde las 16:30 en la cancha 4, donde Norma Baylon, quien fuera 4 del mundo en 1966, consideró “un honor” la distinción del Darling y descubrió la placa con el presidente del club, Daniel Calabrese.
Posteriormente hicimos lo propio con las canchas 5, 8, 10 y 7, en este último caso con la presencia y agradecimiento de Puppo en nombre de Vilas y su familia.
Cabe recordar que en julio de 1976, Guillermo Vilas vino al club a inaugurar la cancha 7 en apoyo a nuestro reclamo para continuar en el predio de Brasil 50.
De las canchas nos dirigimos a las galerías del buffet, donde descubrimos la placa del futuro “Museo del Tenis”, con el nombre de Juan Manuel Stagnaro, quien presidió la CD en los difíciles años ’70, cuando su gestión consiguió desviar la autopista Buenos Aires-La Plata para evitar la desaparición del Darling.
Stagnaro, “Dodo” para nosotros, llegó acompañado de sus hijas y agradeció el “mimo” que le prodigó el club con este reconocimiento. Junto a él estuvo Gustavo “Bocho” Pérez, socio y profesor, autor de esta iniciativa para preservar y exhibir el patrimonio deportivo del club.
En la misma galería descubrimos una segunda placa, dedicada al creador de nuestros parques y jardines: don Enrique Gambaruto, con la presencia de varios de sus nietos, entre ellos Miguel Sinigaglia, socio, ex vicepresidente y jugador del equipo que ascendió a primera a mediados de los ’70.
Finalmente, en el salón del buffet se descubrió la placa de su primera concesionaria, doña Amelia Iglesias de Gambaruto, también abuela de Miguel, quien agradeció al club y repasó la historia que vivieron sus abuelos y padres, y que derivó en su propia historia.
La sucesión de emociones abrió paso a la charla de Puppo sobre Vilas, durante la cual se profundizaron datos que avalan la condición de número uno de Guillermo en varios tramos de 1975, 76 y 77, lo cual aguarda confirmación en tribunales internacionales, ante la renuencia de la ATP.
Como broche de oro, Eduardo exhibió objetos de grandes hitos de Vilas, y dispuso algunos como donación al Darling, para la vitrina de honor del futuro Museo del club.
La jornada concluyó con un convite en el buffet, durante el cual socios e invitados departieron sobre lo vivido en una tarde inolvidable.
Muchas gracias a todos, socios, invitados, expositores, y al personal del club por su colaboración.
